Se trata de un conjunto de quince bodegas (al menos ese es el número que nos ha llegado hasta hoy), situadas en la ladera norte, donde se asienta la Colegiata de San Pedro. Todas ellas se encuentran alineadas y con puertas dispuestas con trancos entrecruzados para facilitar la ventilación. Las zarceras son visibles por toda la ladera, ubicadas junto al cauce molinar.
Hay que decir que debido a la peculiar disposición de la villa ducal, en un cotarro, la mayoría de las bodegas se encontraban intramuros, bajo las mismas viviendas. Algunas de ellas son aún visitables gracias al CIT.
Las Ordenanzas de la villa de Lerma, datan de 1594, y en varios epígrafes se hacía referencia al consumo y comercialización del vino, que tradicionalmente ha tenido mucha importancia en la comarca Arlanza. De hecho, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen se encuentra junto al Arco de la Cárcel de la villa, datando de 2007, y englobando bodegas tanto de la provincia de Burgos como de la de Palencia.
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