Me he permitido, después de más de una década escribiendo en este blog, modificarle el título, y comenzar una serie de monográficos sobre barrios de bodegas, fundamentalmente de la comarca burgalesa del Arlanza, aunque como ahora mismo me encuentro lejos de esas tierras, empezaré con lo que me es más cercano y querido, algunos barrios de bodegas de Valdeorras, las denominadas "covas".
La peculiaridad de este barrio de bodegas es que se excavan sobre la roca de conglomerado, alineadas en la misma falda de la montaña de Vilela, en La Rúa de Valdeorras, valle del Sil. Como se ve en la foto, un simple marco de madera y un relleno de pizarra sirve para asegurar la puerta. Son bodegas poco profundas, y raramente disponen de zarcera, el respiradero suele estar encima de la propia puerta. La ventaja es que están junto a las propias viñas, a una cierta altura, en pleno monte, aunque las silvas invaden las covas, y casi todas están abandonadas; he contado como una veintena.
En esta comarca orensana, "cova" es el término que se aplica a "bodega". Una cueva se denomina "pala". Hay otro barrio de covas en La Rúa Vella, junto al arroyo de Alzapernas, del que hablaré en la próxima entrada.
Resulta asombroso encontrar estos vestigios vinícolas "a pie de monte", aunque también hay que decir que antes de llegar a las covas de las imágenes, hay una decena de bodegas restauradas o bien conservadas. En esta comarca de terrenos pizarrosos, son de fama acreditada las variedades Godello (blancos) y Mencía (tintos). Las viejas pilas de lagar, más pequeñas que en Castilla, aparecen en todo el concello como mobiliario urbano, también se reaprovechan como sillares en algunas construcciones.
El patrón de Vilela es San Blas, es un barrio pintoresco que siempre ha vivido de la recolección de vino, que hoy atraviesa una época dorada. Y este año la cosecha viene bastante buena, a juicio de los entendidos.
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