Quintanilla del Coco

Situada en la carretera de Silos, se trata de una pequeña y tranquila localidad, más conocida por sus parajes naturales, donde se suele visitar la famosa cascada del Churrión, que se encuentra muy cerca de la ermita de la Virgen de las Naves. Esta romería, la de la Virgen de las Naves, se celebra durante el mes de mayo, al igual que la onomástica del santo titular de su iglesia parroquial, San Miguel.


La festividad de este arcángel en mayo, se la denomina como "San Miguel Tramposo", en contraposición al "San Miguel Pagador" de septiembre, pues en la primera fecha se acababan los dineros para comprar al contado, mientras que en la segunda (tras la cosecha) ya se recuperaban. Es una denominación común en Castilla, donde siempre la economía doméstica ha estado pendiente de una buena cosecha. La iglesia de Quintanilla dispone de dos pilas bautismales románicas, no para atender la fuerte demanda de bautizos, sino que una de ellas debió proceder de algún despoblado, como Coco. 


El caserío mezcla piedra caliza y adobe, también asoma algún lagar y chimeneas de las denominadas "candongas" o serranas. La Enciclopedia del Románico define esta zona en la época del Conde Fernán González como uno de los bastiones en la tenaz lucha por el dominio de la tierra que los condes castellanos libran con los califas cordobeses, teniendo como punto de referencia las grandes fortalezas de Clunia, Peñaranda y Aza, que se dominan hacia el año 912.


Y el medallón pétreo de una vivienda en la Plaza, nos recuerda el desastre colonial de 1898, el tiempo parece no pasar en Quintanilla del Coco.

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