Museo del Libro de Burgos

Fadrique Alemán no procedía de Germania, ni se llamaba Fadrique, casi con total seguridad era oriundo de Basilea, en Suiza, y se hacía llamar Friedrich Biel. Cosas de la vida, como Fadrique Alemán –su nombre castellanizado-, publicó en 1499 en Burgos la Tragicomedia de Calisto y Melibea, obra cumbre del autor Fernando de Rojas, en su imprenta de Burgos. La obra pasó a la Historia de la literatura universal con el nombre de La Celestina.
Fadrique, o Friedrich, tenía su taller en un lugar privilegiado, junto a la Catedral de Burgos, que en aquella época distaba bastante de su configuración actual, falta de su majestuoso cimborrio, que hasta casi un siglo después (1567), no completaría el maestro Juan de Vallejo, tras un espectacular (y ruidoso) hundimiento del cimborrio original de Juan de Colonia. En aquella época, el dinero atraído por el comercio de la apreciada lana merina de Castilla provocaba estas epopeyas.

Más de cinco siglos después de la primera edición de La Celestina, en julio de 2010 se inauguraba en Burgos el Museo dedicado al impresor de la Tragicomedia, a cargo del codirector de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, quien curiosamente, sólo una semana antes también se vestía de largo para inaugurar el MEH (Museo de la Evolución Humana), en la otra orilla del río Arlanzón. Se trata de una iniciativa privada de Juan José García y de Pablo Molinero, propietarios de la Editorial Siloé, especializada en facsímiles de incunables y ‘libros raros’, que han querido devolver a su ciudad el esplendor con que ésta brillaba al principio del Renacimiento.
El Museo se estructura en un estrecho edificio de cuatro plantas, en el que se pasa del origen del libro (cuarta planta), a la Edad Media iluminada con sus códices (tercera planta), el universo Gutenberg tras la invención de la imprenta (segunda planta); para finalizar con los libros de los siglos XIX y XX (primera planta), concluyendo con el aserto de Jorge Luis Borges de que «de todos los instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro, pues todos representan extensiones de su cuerpo excepto el libro, que es una extensión de su memoria e imaginación». La oferta del Museo la completa una espléndida colección de incunables y de libros profusamente ilustrados, que harán las delicias de los bibliófilos más exigentes. Por cierto, a alguien se le olvidó colocar un ejemplar de La Celestina entre la colección, si Fadrique levantara la cabeza y viera todo lo que se ha publicado desde entonces, tal vez le rechinarían los dientes, quizá por envidia, quizá por resignación.

Datos del Museo:
Ubicado en Travesía del Mercado, 3  (junto a la Plaza Mayor), en Burgos
Tel. 947 252930  www.museofadriquedebasilea.com
Abierto de martes a domingo, de 10.30 a 14 h y de 17 a 20.30 h.
Entrada: 2,5 €. Libre para los visitantes de la Catedral.

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